La crisis empezó a formarse al final de la mañana en el estadio de La Cartuja, donde los árbitros designados para la final, Ricardo de Burgos Bengoechea, y Pablo González Fuertes, comparecieron en una rueda de prensa en la que la que se quejaron de las críticas que reciben. Lamentaron los vídeos de Real Madrid TV, pero también los mensajes emitidos por otros clubes a través de diversos medios y los ataques que reciben en las redes sociales. González Fuertes, responsable del VAR en la final, a punto de jubilarse, anunció un cambio inminente en la manera de afrontar un ambiente que consideran dañino: “Vamos a tener que empezar a tomar medidas muchísimo más serias que las que se están tomando. No vamos a seguir permitiendo que pase lo que está pasando. En pocas fechas posiblemente tengáis ciertas noticias sobre lo que va a acontecer”, advirtió. Entre otras cosas, preparan constituirse en asociación, con posibilidad de sindicarse, algo que no resultaba posible en las anteriores situaciones contractuales.
La comparecencia terminó con De Burgos Bengoechea, el árbitro de campo, entre lágrimas: “Cuando un hijo tuyo va al colegio y hay niños que le dicen tu padre es un ladrón, y llega a casa llorando, eso es muy jodido”.
La escenificación indignó al Madrid, que ya había manifestado en público su desconfianza hacia el estamento arbitral con una durísima carta a la federación y el CSD en febrero en la que aseguraba que el sistema estaba “corrompido desde dentro”. El primer gesto hacia el exterior fue cancelar su participación en los actos previos previstos: la foto de los entrenadores y los capitanes a las 19.00, las ruedas de prensa a las 19.15, el entrenamiento en el estadio a las 20.00 y la cena oficial en el Real Alcázar a las 20.00. Fue el primer paso, mientras fuentes del club deslizaban a algunos medios que sopesaban no disputar la final al día siguiente.
El lugar en el que resultaban más visibles las maniobras diplomáticas era el hotel Torre Sevilla, al norte de Triana. A las 19.20 Medina Cantalejo se disponía a abandonarlo con su esposa, rumbo a la cena oficial, cuando, como contó la SER, le requirieron para que regresara al gabinete de crisis con Louzán; el secretario general de la federación, Álvaro de Miguel; el director general, Manuel Lalinde; y la directora de comunicación, Marisa González.
Louzán mantuvo una larga conversación telefónica con José Ángel Sánchez con ánimo de contemporizar y rebajar la tensión. Sin embargo, en el Madrid atribuyen más peso a otra llamada, la que se produjo entre Florentino Pérez y Uribes, muy interesado en salvar un partido que el Gobierno entiende que tiene una enorme carga representativa del fútbol español. Además, miles de aficionados habían llegado ya a Sevilla, el viernes sobre todo desde Barcelona, y unos cuantos miles más, sobre todo desde Madrid, preparaban su viaje para el día siguiente.
En esas horas de cruce de llamadas y reuniones, también tuvieron su papel los comunicados. El Madrid emitió uno bastante duro a las 19.58 en el que sostenía que las declaraciones de los árbitros demostraban su “animadversión y hostilidad” hacia uno de los equipos participantes en la final del día siguiente, y pedían a la federación y al CTA que “las medidas correspondientes en defensa del prestigio de las instituciones que representan”.
A las 20.20 Medina Cantalejo volvió a aparecer en el vestíbulo del hotel Torre Sevilla, adonde Louzán, aún al teléfono, no llegó hasta casi media hora más tarde. Las aguas empezaban a bajar más serenas.
Menos de dos horas más tarde, a las 22.06, el Real Madrid emitió un segundo comunicado que se consideró definitivo: “Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid C. F. comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final”, decía. “Nuestro club entiende que las desafortunadas e inapropiadas declaraciones de los árbitros designados para este partido, efectuadas 24 horas antes de la final, no pueden manchar un acontecimiento deportivo de trascendencia mundial que verán cientos de millones de personas y por respeto también a todos los aficionados que tienen previsto su desplazamiento a Sevilla, y a todos aquellos que ya están en la capital andaluza”.
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Source: elpais.com