Un tren de pasajeros y otro de mercancías descarrilaron ese mismo fin de semana al desplomarse dos puentes en las provincias rusas de Briansk y de Kursk. El comité de investigación ruso ha acusado a Ucrania tres días después de cometer ambas catástrofes.

Todos estos hechos se producen en el marco temporal de una negociación entre Rusia y Ucrania que de momento aleja las perspectivas de una posible tregua. La segunda ronda de conversaciones directas entre los dos países se celebró este lunes en Estambul con resultados discretos y con la negativa del Kremlin a un alto el fuego total sin condiciones.

Ucrania renovó su ataque horas más tarde. Pasadas las tres de la tarde, una menos en la España peninsular, las autoridades rusas anunciaron un nuevo cierre temporal del paso. Los canales bélicos rusos de Telegram publicaron minutos después un vídeo con la destrucción de un dron marino por un misil Lancet ruso en las inmediaciones del puente. No se ha confirmado la veracidad de estas imágenes. La nave que aparece en el vídeo parece ser un Magura, un dron utilizado para ataques en el mar Negro por parte de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa ucranio (GUR).

El ejército ucranio volvió a atacar el puente de Kerch en 2024, esta vez con misiles de precisión estadounidenses ATACMS. Esta operación no fue nunca reconocida oficialmente por Kiev. The New York Times informó este marzo que el uso de los ATACMS fue en contra de la posición de la Casa Blanca. La Administración del demócrata Joe Biden veía con malos ojos que su armamento fuera utilizado contra las posiciones rusas en Crimea, por miedo a una escalada bélica más allá de Ucrania.

El SSU y el Gobierno ucranio han sacado pecho por esta nueva acción sorpresa en la retaguardia rusa y han prometido nuevas misiones de sabotaje lejos del frente. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha reiterado en los últimos días que los ataques de largo alcance contra intereses rusos son fundamentales para “que Rusia sienta la guerra [en su territorio] y la necesidad de ponerle fin”.

El intento de voladura del puente de Crimea se produce tres días después del descarrilamiento de dos trenes dentro de Rusia. Al menos siete personas perecieron y más de un centenar resultaron heridas en la tragedia sucedida en la región de Briansk durante la noche del sábado, cuando un tren de pasajeros que marchaba rumbo a Moscú descarriló al hundirse el puente sobre el que pasaba.

Ucrania está a la espera de la reacción rusa a estos ataques. Durante el martes sonaron en numerosas ocasiones las alarmas en todo el país de un posible bombardeo aéreo ruso. Múltiples canales de información de Telegram provocaron el pánico al alertar falsamente de que Moscú había activado un nuevo ataque con los poderosos misiles balísticos hipersónicos Oréshnik, utilizados por primera vez en noviembre de 2024.

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Source: elpais.com