El Gobierno quiere aprovechar el convulso escenario que ha generado Donald Trump para consolidar una tendencia que ha venido fortaleciéndose en los últimos años: . Según un informe presentado a principios de este año por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), en el curso académico 2022 – 2023 había 602.663 extranjeros matriculados en programas académicos de educación superior. Esa intención se refleja en las palabras con las que la ministra de Migraciones, Elma Saiz, ha presentado la medida: “España quiere ser un país donde el conocimiento se abra paso, también cuando otros lo cierran; queremos ofrecer a estos jóvenes la posibilidad de seguir formándose en nuestro país, aportando su talento; su futuro no puede quedar atrapado por decisiones ajenas a su esfuerzo y mérito”.
Durante casi un mes, el Gobierno de Trump mantuvo congelada la concesión de visados a estudiantes internacionales mientras estudiaba medidas más restrictivas para concederlas. Este jueves anunció finalmente que los nuevos solicitantes que se nieguen a configurar sus cuentas de redes sociales como públicas y permitir su revisión podrán ser rechazados. Recientemente, además, Trump había dictado aunque un juez la tiene bloqueada temporalmente.
En marzo pasado, ya la comunidad científica europea había movido ficha frente a las trabas a la investigación impuestas por Trump. Los ministros de ciencia de 10 países europeos enviaron entonces una carta a la comisaria de Investigación e Innovación de la Unión Europea en la que pedían dedicar fondos y esfuerzo para atraer a científicos que quieran marcharse de Estados Unidos por esos obstáculos. “La Unión Europea tiene que hacer un gran acto de solidaridad y atraer el boom de talentos brillantes del extranjero que puedan verse afectados por interferencias en la investigación y recortes de financiación arbitrarios y drásticos”, decía la misiva.
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Source: elpais.com