El ataque llegó al caer la noche en Doha, la capital de Qatar. La República Islámica tenía como objetivo la base estadounidense de Al Udeid, a unos 25 kilómetros de Doha y la más grande de las que tiene el Pentágono en la región, según han anunciado la televisión y agencias de noticias de Irán. Poco después, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha convocado una reunión de urgencia en la Casa Blanca, y el Pentágono ha confirmado el ataque de Irán, lanzado con misiles de corto y mediano alcance.
“Por el momento, no constan bajas estadounidenses”, declaró el Departamento de Defensa en un comunicado. Cuando el ataque hubo concluido y se confirmó que no había causado víctimas, Trump escribió en Truth un mensaje victorioso: “Irán ha respondido oficialmente a nuestra destrucción de sus instalaciones nucleares con una respuesta muy débil, algo que esperábamos y que hemos contrarrestado con gran eficacia. Se han disparado 14 misiles: 13 fueron derribados y uno se dejó pasar, ya que no era una amenaza”, dijo el presidente estadounidense, que celebró que “ningún estadounidense” resultase “herido” y que “prácticamente” no se produjeran ”daños».
Trump también destacó que las autoridades iraníes avisaran tanto a Washington como a Doha de la inminente operación “Anuncio de la Victoria”, lo cual dio que pensar que querían hacer un gesto más que causar el mayor daño posible. “Quizás Irán pueda ahora avanzar hacia la paz y la armonía en la región, y animaré con entusiasmo a Israel a que haga lo mismo”, añadió Trump. A los pocos minutos, publicó un nuevo Truth, que decía en mayúsculas: “Mis felicitaciones al mundo, es tiempo para la paz”.
Tras días sin pronunciarse en público, el líder Alí Jameneí subrayó, por su parte, que “Irán no ha hecho daño a nadie y no aceptará ninguna agresión bajo ninguna circunstancia”, según un mensaje en redes sociales. “No nos someteremos a la agresión de nadie; esta es la lógica de la nación iraní”, ha agregado.
El nuevo ataque de Irán, menos grave de lo esperado y siempre que se quede en un hecho aislado, abre una puerta a la vuelta a la la vía diplomática, rota desde que Israel lanzó su ofensiva sobre Irán. La escalada regional no ha dejado de agravarse en las últimas dos semanas. Pese a que los focos de conflicto se multiplican, Gaza se mantiene como el peor escenario de la contienda, donde decenas de palestinos mueren cada día a manos de las tropas de ocupación israelíes.
Pese a todo, Teherán ha querido dejar claro que Qatar, “país hermano y amigo”, no es el objetivo de su ataque. El Consejo Supremo de Seguridad Nacional ha destacado que han atacado la base aérea de Al Udeid y no zonas residenciales.
Al Udeid es una de las ocho bases permanentes que Estados Unidos mantiene en una región en la que tiene desplegados a entre 40.000 y 50.0000 uniformados. Junto a esas instalaciones aéreas, otra sede clave para Washington es la base naval de Baréin, que alberga a la Quinta Flota.
El régimen de los ayatolás anunció el domingo que considera objetivos en la presente guerra a ciudadanos e intereses de EE UU en la región tras el ataque ordenado por el presidente Trump. También ha amenazado con cerrar el estratégico estrecho de Ormuz, por el que pasa una cuarta parte del petróleo mundial.
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Source: elpais.com