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Óscar del Barco Novillo
Universidad de Murcia
Jueves, 13 de junio 2024, 09:47
Este raro pero espectacular evento nova consiste en un aumento repentino de luminosidad en una determinada región del espacio. Desde la Tierra se verá como si apareciera de pronto una estrella. Aparecerá en la pequeña constelación Corona Boreal, a unos 3 000 años luz de la Tierra.
No se está formando una nueva estrella ni se trata de una «muerte estelar» (como sí ocurre en los eventos supernova). El incremento de brillo que vamos a poder observar será el resultado de las reacciones termonucleares que se desencadenan en un sistema binario de dos estrellas que orbitan entre sí: el sistema T Coronae Borealis (T Cr)
Una de ellas es una enana blanca (denominada T CrB) con una masa similar al Sol y un diámetro unas 100 veces menor, circunstancia que origina un intenso campo gravitatorio. Su estrella compañera, una gigante roja T CrA, está perdiendo materia (principalmente hidrógeno) debido a la potente gravedad de T CrB. Y el hidrógeno se va depositando progresivamente en la superficie de la enana blanca.
La estrella enana volverá a su estado original después de este violento episodio, volverá a recoger el hidrógeno de su compañera, y así hasta que la nova vuelva a repetirse dentro de unos 80 años. Por eso es tan difícil ser testigo de este acontecimiento dos veces en la vida.
Básicamente, está relacionado con el brillo de un astro tal y como aparece en el cielo nocturno y depende de la luminosidad del mismo y de su distancia a nosotros. Cuanto menor sea el valor de la magnitud aparente, más luminoso será el objeto en el firmamento.
Así, por ejemplo, la magnitud aparente de la Luna llena es de -12.6, la de la estrella Sirio (la más brillante en el cielo nocturno) -1.46, mientras que la estrella polar arroja un valor de +2.
Será en ese preciso instante cuando podremos contemplar durante varios días este nuevo «astro» a simple vista, sin ayuda de ningún dispositivo óptico, antes de que vuelva a atenuarse y desaparecer, posiblemente hasta dentro de otros 80 años.
Seremos testigos de un evento astronómico único: el estallido termonuclear de una enana blanca. Para quienes no sepan lo que está ocurriendo allí arriba, habrá nacido una estrella efímera.
Este artículo ha sido publicado en «The Conversation«.
Source: www.hoy.es