España busca un salto histórico ante Suiza en los cuartos de final más desiguales de la Eurocopa

España trata de dar este viernes ante la anfitriona de la Eurocopa, Suiza (21.00; La1), un salto histórico para estar por primera vez en las semifinales del torneo desde que en 2009 se inauguró el nuevo formato con 12 selecciones que ocho años después derivó en 16. La Roja tan solo pisó en 1997 —en su primera andadura continental— el penúltimo escalón de la competición, cuando todavía se llamaba Campeonato femenino de la UEFA y solo participaban ocho equipos. Aquel conjunto que sufría el trato del seleccionador Ignacio Quereda, a años luz de las condiciones profesionales de las que las futbolistas disfrutan a día de hoy, ganó solo un partido, empató otro y perdió un tercero antes de caer con Italia en la eliminatoria con un grupo de jugadoras que compaginaban fútbol y trabajo. 28 años después, el vestuario liderado por Montse Tomé se va a presentar esta noche en el coqueto estadio Wankdorf de Berna con una plantilla repleta de estrellas mundiales tras haber completado por primera vez un pleno de triunfos en la fase de grupos y haber aterrizado en Suiza “Para nosotras, es un nuevo reto poder estar otra vez en semifinales en un torneo distinto y seguir haciendo historia”, afirmó ayer Aitana Bonmatí, la actual Balón de Oro.

El abismo entre España, la segunda selección del ranking FIFA tras Estados Unidos, y Suiza (23ª) parece tener a priori dimensiones oceánicas. Aunque la Roja cayó siempre en los cuartos de final en sus otras tres participaciones en la Euro —2013, 2017 y 2022—, es la actual campeona del mundo y de la Nations League, mientras que el combinado helvético dirigido por la mítica Pia Sundhage —conquistó dos veces el oro olímpico con EE UU— se estrena en el antepenúltimo escalón del torneo. El equipo suizo no solo es un novato en las eliminatorias de la Eurocopa, sino que además la Roja le calcó tres goleadas sonrojantes en los últimos tres enfrentamientos: un 1-5 en 2023 en los octavos del Mundial, y un 5-0 y un 1-7 en la Liga de las Naciones a finales de ese mismo año.

Al partido, en el que el Stadion Wankdorf estará copado por la afición suiza, España llega tras haber registrado los mejores datos de todas las selecciones en la fase de grupos, en donde voló ante Portugal (5-0) y Bélgica (6-2) y tumbó sin la misma brillantez a Italia (3-1). Tomé, además, al fin tiene sano a todo el grupo tras la amigdalitis que sufrió la portera titular, Cata Coll, que aún no ha debutado pero que apunta al once tras haber sido sustituida por la joven Adriana Nanclares en la primera fase del torneo. La entrenadora asturiana también podrá contar con la delantera Esther González, la pichichi de la Euro con cuatro goles, que se ha recuperado de las molestias musculares que arrastró a principios de semana.

La Roja es el equipo que más vio puerta en la fase de grupos —14 tantos, los mismos que Inglaterra en 2022, el récord en la historia del torneo—, el único que tuvo una posesión superior al 70% —el 74,2%—, el que más porcentaje de pases completó —88%, por delante de Inglaterra y Alemania (83%)— y el que más ocasiones de gol generó —85, por encima de las teutonas (65)—. Su único lunar ha sido la fragilidad defensiva que mostró en algunos momentos. A España, que ha encajado en 12 de los últimos 14 encuentros, se le atragantan a veces las jugadas a balón parado y lo pasa mal cuando el rival es capaz de lanzar a sus delanteras a atacar la espalda de la defensa.

El camino de Suiza, en cambio, ha tenido bastantes más curvas. Se estrelló en la primera jornada (1-2) ante la ya eliminada Noruega —las nórdicas cayeron el miércoles ante Italia en cuartos—, superó después a Islandia (2-0) y empató ante Finlandia (1-1) con un gol en el minuto 92 de la centrocampista del Wolfsburgo Riola Xhemaili que le dio el billete para cuartos. “Hay que aprovechar el momento. Será difícil, pero os prometo que jugaremos nuestro mejor partido de nunca. Lo vamos a intentar juntas. Si funciona esa unidad [con el público], tenemos posibilidades”, dijo ayer en Berna Pia Sundhage, que como jugadora fue campeona de Europa con Suecia en 1984.

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