Catania está envuelta en una neblina blanca, que borra el horizonte en el mar, como si la tierra se estuviera evaporando, al llegar al aeropuerto a las diez de la mañana de este martes. El termómetro marca ya 35 grados, pero eso no es nada con lo que se espera, o más bien se teme, a lo largo del día: que Sicilia supere su propia marca de calor, que es el récord europeo, los 48,8 grados , un pequeño pueblo a 65 kilómetros de Catania, en la provincia de Siracusa (al día siguiente también se alcanzó ). En aquel entonces los diarios ya titularon “El infierno está en Sicilia” y cosas así, pero los servicios meteorológicos italianos han avisado de que quizá esta semana haya que inventar nuevas hipérboles, pues una ola de calor amenaza con batir el récord. De momento, se maneja la metáfora “llamarada africana”, debido a los vientos tórridos que vienen de ese continente, responsables del aumento de temperaturas. En términos más técnicos, un anticiclón subtropical. Durará hasta el sábado.
Hablando con la gente del pueblo en el Bar Piperito y el Bar Centrale todo el mundo viene a decir lo mismo: “Estamos acostumbrados”. Se vive con cierto fatalismo o sin dramatismo, según se mire. Dicen que en Sicilia siempre ha hecho mucho calor en verano, que en las noches calurosas se dormía en el suelo, que estaba más fresquito, o en el balcón, pero lo que ha cambiado todo es el aire acondicionado. Ahora no se puede vivir sin él, aunque eso tenga un precio: la factura de la luz, que en Italia es más cara que en España, se dispara a unos 300 o 400 euros al mes. Y en los locales comerciales, aún más, a 600, 700 euros. Al volver al coche, a las 12.40, el termómetro señala 51 grados, que no es fiable porque estaba al sol, pero causa una cierta impresión.
En las provincias de Catania, Siracusa y Enna, las más afectadas, las autoridades han abierto refugios climáticos durante las horas más cálidas, entre las 11.00 y las 18.00. A esa hora no hay pájaros, el campo está en silencio. En casi ningún pueblo hay parques o arbolado.
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Source: elpais.com