A menudo se interpreta la batalla política por el lobo como un ejemplo de la cada vez mayor ruptura en España entre la gente de ciudad y del mundo rural. El secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Transición Ecológica, Hugo Morán (Campomanes, 61 años), que sigue defendiendo la especie frente a los partidos y comunidades autónomas que están dando marcha atrás en su protección, es de un pueblo de montaña de Asturias, Lena, en el que siempre ha estado muy presente este depredador.
Pregunta. ¿En los últimos años, han aumentado los problemas con el lobo al norte del Duero?
P. Pero en el Congreso de los Diputados se ha llegado a decir que ahora hay miedo.
R. Sí, he escuchado esos argumentos. Nunca he visto que el lobo generara miedo en el entorno social en el que yo vivo. Frente a la ausencia de argumentos con base científica, probablemente se ha llegado a interpretar que la eliminación del lobo puede ser rentable en términos electorales.
P. ¿Hasta qué punto esta especie perjudica a la ganadería?
P. ¿Fue un error aumentar la protección del lobo en 2021 para que no pudiera ser cazado, con la oposición de las comunidades que concentran la mayor parte de la población de la especie?
R. El punto de partida es si hay que tomar las decisiones sobre la base del conocimiento científico o si es mejor superponer el interés político, mediático o de otro tipo a la propia evidencia científica.
R. El tiempo va poniendo las cosas en su sitio. Aunque la biodiversidad es un patrimonio público de todos, uno de los argumentos en contra [de su protección] entonces es que resultaba inaceptable que estuviesen decidiendo sobre la conservación de la especie regiones en las que ni siquiera había habido nunca presencia de lobos, como las comunidades insulares o incluso Ceuta o Melilla. Pero, si uno ve hoy los argumentos utilizados ahora en las reivindicaciones al Ministerio [para reducir la protección], se esgrime que las ciudades autónomas como Ceuta o Melilla o las comunidades autónomas como Canarias y Baleares tienen el mismo derecho a opinar que el resto.
P. El último censo del lobo estima que en España hay ahora mismo 330 manadas. ¿Qué significa esto?
P. ¿Cómo se determina si la especie está o no en una situación favorable?
P. El Tribunal Constitucional acaba de admitir a trámite el recurso del Defensor del Pueblo contra tres disposiciones incluidas en la Ley de Desperdicio Alimentario para volver a cazar el lobo que fueron aprobados en marzo de 2025 con . ¿Qué opina?
R. Igual que decía antes, el tiempo pone las cosas en su sitio. Me siento en estos momentos absolutamente solidarizado con el Defensor del Pueblo, pues se está criminalizando su papel. Cuando se produce una discrepancia respecto a la posición política, algunos renuncian a argumentos científicos, técnicos, jurídicos y entran en una dinámica de descalificación personal.
P. ¿De qué forma se compensan hoy en día los daños de la especie a los ganaderos?
R. Antes de introducir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial [para que dejase de ser cazado (en el año 2021)], cada comunidad autónoma tenía su tratamiento diferencial y eso generaba agravios entre territorios. Cuando se incorpora al listado, el Ministerio para la Transición Ecológica asume que tiene la obligación de contribuir a una gestión que se adapte a los parámetros que la estrategia establecía. Fijamos una partida de 20 millones de euros para el conjunto del Estado, para indemnización por daños y para el pago de medidas de convivencia. El último dato que nos habían dado las comunidades autónomas de pagos de daños, justo antes de esa fecha, se movía en el entorno de los 6 millones de euros en su conjunto, el Ministerio incorpora 20 millones de euros. Sin embargo, nunca pensamos que esto iba a suponer que las comunidades autónomas dejaran de asumir su responsabilidad y eliminaran su presupuesto.
P. ¿Y qué pasa ahora con la salida del lobo de este listado y la vuelta de la caza?
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Source: elpais.com