Estados Unidos e Israel rechazan con contundencia el reconocimiento del Estado palestino que se dispone a hacer Francia. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha definido como “un premio al terrorismo” la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de realizar ese reconocimiento en septiembre. El movimiento francés llegaba justo después de que Israel anunciara la retirada de sus negociadores en las conversaciones para alcanzar una tregua en la franja de Gaza, donde las muertes por inanición causadas por el bloqueo israelí se multiplican, con 9 nuevos fallecimientos en 24 horas y un total de 57 en julio. Tanto EE UU como Israel acusan a Hamás de no querer alcanzar un acuerdo de alto el fuego y sugieren que lanzarán una ofensiva mayor contra la milicia. Frente a esas actitudes del Gobierno de Donald Trump y del de Netanyahu, dirigentes de Canadá, Australia y el Reino Unido, entre otros Estados, reprochan a Israel el bloqueo que realiza de la ayuda humanitaria en Gaza, donde el hambre crece con fuerza.
Poco después de las palabras del primer ministro israelí, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se ha sumado a las acusaciones contra Francia al tachar la decisión de reconocer al Estado palestino como “irresponsable”. En un comunicado, el estadounidense ha asegurado que el paso de Macron “sirve a la propaganda de Hamás y representa un retroceso para la paz”, además de representar “una bofetada en la cara de las víctimas del 7 de octubre”.
La situación desesperada que atraviesan dos millones de gazatíes había llevado a la comunidad internacional a confiar en que Israel y la milicia islamista Hamás pudieran resolver sus diferencias e introducir ayuda humanitaria en el enclave en cantidades “masivas”, como reza la propuesta de acuerdo que está encima de la mesa.
Esas esperanzas se alejan. Este viernes, Trump ha afirmado que Hamás “no quería alcanzar un acuerdo” y que ahora sus milicianos “serán perseguidos”, sugiriendo una ofensiva mayor. El presidente añadió que el grupo islamista retiene un pequeño número de cautivos: “Y ya saben qué es lo que ocurre después de su liberación. Por eso no quieren una tregua”.
Con un mensaje parecido, Netanyahu ha descrito a Hamás como un “obstáculo para acordar la liberación de los rehenes” y ha anunciado que, “juntamente con EE UU”, Israel considerará “opciones alternativas” para liberar a los rehenes.
La marcha atrás por parte de Israel y de EE UU lanza al abismo el destino de las negociaciones y la supervivencia de decenas de miles de niños menores de cinco años que padecen desnutrición aguda, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Los hospitales gazatíes han registrado el viernes nuevas muertes causadas por el hambre, elevando la cifra de víctimas por esa causa a 122 desde octubre de 2023. De forma paralela, Médicos Sin Fronteras alerta de que la cuarta parte de los niños de seis meses a cinco años de edad analizados en sus centros están desnutridos, algo que vincula a la “política del hambre” israelí.
El hecho de que Macron, presidente del país europeo con la mayor comunidad judía, anunciara el jueves que Francia reconocería el Estado palestino ha creado alarma en la clase política israelí. En un tono más suave al del primer ministro, el presidente israelí, Isaac Herzog, ha asegurado este viernes: “La declaración del presidente de Francia no impulsará la paz en Oriente Próximo. No ayudará a combatir el terrorismo. Y más importante todavía: no ayudará a traer a los cautivos más pronto”.
El líder de la oposición, el considerado centrista Yair Lapid, ha descrito el movimiento de Macron como un “error moral” y ha igualado la dureza de Netanyahu: “Los palestinos no deberían recibir un premio por el 7 de octubre o por su apoyo a Hamás”.
La contundencia de los líderes israelíes no ha frenado una retahíla de reacciones occidentales que llegan a rebufo del posicionamiento de Francia. El primer ministro canadiense, Mark Carney, condenó el jueves el bloqueo israelí de la ayuda humanitaria en Gaza. ”El control israelí de la distribución de la ayuda debe ser reemplazado por un sistema liderado por organizaciones internacionales”, ha dicho el primer ministro, que ha considerado el cerco israelí como “una violación de la ley internacional”.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, también ha responsabilizado a Israel de la “negación de la ayuda”. En un comunicado, Albanese ha indicado este viernes que la muerte de civiles, “incluyendo niños”, que “buscan acceso a agua y comida, es algo que no se puede ignorar ni defender”.
La mención de Israel como responsable de la situación en Gaza supone un cambio en el tono general por parte de varias potencias occidentales, que hasta ahora lamentaban la crisis humanitaria en el enclave sin adjudicar culpabilidades. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha convocado una llamada urgente para abordar la crisis humanitaria en Gaza con Macron y el canciller alemán, Friedrich Merz.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com