Donald Trump descendió del Air Force One, puso un pie en Escocia y ejerció de Donald Trump: soltó un par de promesas a medio cocer y otros dos comentarios destinados a generar polémica. El presidente de Estados Unidos aterrizó a última hora del viernes en el aeropuerto de Prestwick, dispuesto a iniciar cuatro días de descanso privado en los dos campos de golf que posee en territorio escocés. Nada más llegar, advirtió a Europa de su inminente extinción por culpa de la llegada de migrantes. A pesar de la supuesta privacidad de la visita, la apretada agenda de Trump se ha llenado de citas, que incluyen encuentros con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer; el ministro principal de Escocia, John Sweeney; y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dispuesta a realizar un viaje relámpago este domingo hasta la isla para intentar cerrar un acuerdo arancelario con el presidente estadounidense.
“Es una mujer muy respetada”, ha dicho Trump al referirse a Von der Leyen. Sin dejar de jugar con el misterio y la incertidumbre con que suele adornar sus respuestas, ha insistido en que las posibilidades de cerrar finalmente un acuerdo comercial con la UE son de “un 50/50”, y que “todavía hay puntos espinosos en torno a 20 materias diferentes”.
Los dos campos de golf de Trump son Turnberry, en Ayrshire (en la costa occidental de Escocia, al sur de Glasgow) y Menie, en Aberdeenshire (en la otra punta, en la costa este, al norte de Aberdeen). Será precisamente en Aberdeen donde se reúna con el primer ministro británico Starmer el lunes.
Starmer ha cultivado con denuedo la amistad de Trump desde que éste llegó a la Casa Blanca, y confía en poder arrancar algunas mejoras del acuerdo comercial firmado entre Washington y Londres a principios de mayo. Fue el primer pacto arancelario arrancado al nuevo inquilino de la Casa Blanca, y aunque era más ventajoso para los británicos en comparación a la UE, seguía gravando con una tasa general del 10% las exportaciones.
En 2019, la empresa Trump International perdió una larga batalla judicial para intentar detener la construcción de una planta eólica, con 11 turbinas, en el mar del Norte, frente a la costa británica. El Reino Unido se ha convertido en los últimos años en una potencia en energías renovables, y su paisaje (sobre todo marino) se ha llenado de molinos. Trump protestaba porque la imagen había estropeado las vistas al mar desde su campo de golf.
A su llegada a Escocia dejaba claro que arrastra la herida y la batalla: “Dejad de instalar molinos. Estáis arruinando vuestros países. Es tan triste. Desde el avión ves molinos por todas partes, que arruinan vuestros maravillosos campos y valles y matan a los pájaros. Y cuando los instaláis en los océanos, los arruináis igualmente”, ha señalado.
A lo largo del fin de semana se esperan actos de protesta contra Trump en Glasgow, Edimburgo y Aberdeen, como en anteriores visitas. El amplio dispositivo de seguridad desplegado mantendrá esas manifestaciones muy a distancia de la presencia del dignatario estadounidense.
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
Source: elpais.com