EE UU, sobre el polémico reparto de ayuda en Gaza: “Distribuyen más de un millón de comidas al día, ¡una gesta increíble!”

El , ha visitado la mañana del viernes la franja de Gaza con el objetivo oficial de conocer “las duras condiciones” humanitarias sobre el terreno y de examinar las zonas de reparto de la polémica entidad establecida por EE UU e Israel. Witkoff visita el enclave acompañado por el embajador de EE UU en el Estado judío, Mike Huckabee, y se espera que la evaluación de ambos permita al presidente, Donald Trump, aprobar nuevos esfuerzos para incrementar la ayuda humanitaria en el enclave. Durante las horas previas a la llegada de Witkoff, más de 90 personas han perdido la vida a tiros mientas intentaban acceder a comida en la Franja, según el Ministerio de Sanidad gazatí.

En un comunicado, el embajador Huckabee ha detallado el viernes por la tarde que la visita a Gaza pretendía “ver la verdad” sobre las instalaciones de la autodenominada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, en sus siglas en inglés), la entidad impulsada por contratistas estadounidenses donde disparos israelíes matan gazatíes a diario. “Hemos recibido información del ejército de Israel y hemos hablado con chicos sobre el terreno”, rezaba el comunicado, que añadía fotografías en las que se les veía a los dos con chalecos antibalas y rodeados de fuertes medidas de seguridad. “La GHF distribuye más de un millón de comidas al día, ¡una gesta increíble!”, concluía Huckabee.

El paso de Witkoff por Gaza llega el día después de que el enviado de Trump se reuniera durante varias horas con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con quien también abordó maneras de desencallar las conversaciones por un alto el fuego. Un alto cargo israelí declaró a la prensa de su país el jueves que Israel estaría considerando una tregua “integral” que implique la liberación de todos los cautivos de una sola vez y el desarme de Hamás. A cambio, la Franja sería “desmilitarizada”, algo que puede interpretarse como una retirada total de las tropas israelíes. Esto supone un cambio con las propuestas anteriores, que implicaban treguas divididas por fases en las que se liberaban unos cuantos cautivos en cada momento.

Los comandantes militares han seguido golpeando la Franja con dureza durante las horas previas a la llegada de la delegación estadounidense. El medio catarí Al Jazeera informaba de 15 víctimas mortales desde el amanecer. La cadena reportaba la intensa actividad nocturna de las fuerzas aéreas en Ciudad de Gaza.

Pocas horas antes de que Witkoff pusiera los pies en Gaza, Trump reiteró en la cadena de televisión estadounidense NBC que la Casa Blanca se quiere asegurar “que la gente [de la Franja] sea alimentada”. Esa afirmación es coherente con otras que el presidente ha ofrecido durante esta semana, en las que ha afeado el sufrimiento de los niños palestinos a causa del hambre. “Podemos salvar mucha gente”, dijo el lunes desde Escocia. “Es una auténtica hambruna”, añadió ese día en relación con el aspecto de los menores: “No lo puedes fingir. Así que nos vamos a involucrar más [en el asunto]”.

Israel y EE UU impulsaron la GHF en mayo en un intento de desplazar el mecanismo humanitario liderado por la ONU, al que acusan sin pruebas de sufrir desvíos sistemáticos de suministros hacia Hamás y de propiciar el surgimiento del mercado negro. Sin embargo, parece probable que esa institución fracase en el intento de impedir ambos fenómenos. La distribución de comida en esos centros se ha convertido en una lucha entre multitudes hambrientas, haciendo que los hombres armados tengan más posibilidades de llevarse las cajas con comida que los perfiles vulnerables, mientras que la escasez de suministros causado por el bloqueo israelí potencia el mercado negro con precios astronómicos.

Coincidiendo con la visita de Witkoff a las instalaciones de la GHF, la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch ha acusado el viernes a las tropas israelíes de cometer “crímenes de guerra” en los centros de esa entidad. El grupo señala al ejército israelí por “disparar de manera rutinaria contra civiles palestinos hambrientos”, algo que ha provocado “baños de sangre” y numerosas víctimas “casi a diario”. Al menos 859 palestinos han fallecido mientras intentaban acceder a comida en las instalaciones de GHF, según la ONU. Otras fuentes elevan la cifra por encima de las 1.000.

En un duro informe, HRW reitera que “el uso del hambre como arma de guerra” del que responsabiliza las autoridades israelíes supone un crimen de guerra, y añade que la negación de la ayuda y de los servicios básicos representa un crimen contra la humanidad “por exterminio”. Por ese motivo, HRW llama a la suspensión de ese mecanismo “defectuoso” y a la reanudación del sistema humanitario liderado por la ONU.

La llegada de Witkoff a la Franja incomoda a algunos gazatíes, que desconfían del objetivo de su visita. “Witkoff no verá el hambre, solo lo que Israel quiere que vea”, decía Louay Mahmoud, residente de la Franja, el viernes en declaraciones a la cadena británica BBC. Se trata de un “montaje mediático”, añadió, “que no trae soluciones” y que solo intenta mejorar “la imagen de un gobierno cómplice” con el sufrimiento de la población.

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