El dictamen llegó de la Autoridad de Estándares en Publicidad (ASA, en sus siglas en inglés), el organismo británico con más de 60 años de historia encargado de atender quejas y analizar campañas comerciales que puedan atentar contra las reglas elaboradas por el Comité de Prácticas Publicitarias. Desde hace décadas se sabe que las imágenes influyen y mucho en la población más joven y también en sus conductas de alimentación. Un último estudio que lo confirma, es de Autopercepción de la imagen de las mujeres en los nuevos entornos digitales, del Instituto de las Mujeres, presentado en febrero. En él se evidencia que el uso casi universal de las redes sociales —más del 97% de las encuestadas, mujeres entre 18 y 30 años, las utilizan— tiene consecuencias en la imagen que esas jóvenes autoperciben. El 56,7% siente algún grado de presión por ser como las figuras femeninas que ven en redes. El contenido más visto (51,8%) es, precisamente, el que está relacionado con moda, belleza y estilo de vida, y más del 70% de las encuestadas dijo que se identifica con las mujeres que ven en el ámbito digital.
Zara acató el dictamen y retiró las fotos. Se defendió diciendo que las modelos de la página web en el Reino Unido contaban con un certificado médico que demostraba su buena salud, siguiendo así las recomendaciones del informe Fashioning a Healthy Future (Creando un futuro saludable) de Model Health Inquiry del Reino Unido. ¿Es suficiente un certificado para los ojos de la sociedad que las mira? ¿Se encaminan los nuevos estándares femeninos hacia modelos que representen una belleza más saludable? ¿Hay un cambio de paradigma?
Según Fernando Merino, director de la agencia UNO Models de Madrid, no hay ningún cambio. Merino lleva 37 años en el sector. “No se está yendo hacia ningún cambio de paradigma. Esto es como todo: son épocas. Hay temporadas con modelos con un aspecto más edgy [que se sale de lo convencional] o con aspecto más atípico respecto a lo que se considera como la guapa oficial. Ha habido veces que se ha pedido más la modelo latina, por ejemplo. Es una rueda que gira según lo que pida y quiera marcar el cliente y el marketing de cada empresa. Nosotros, como agencia, vamos hacia lo que nos pide el mercado y el cliente”. Y añade: “Obviamente somos los primeros que cuando tenemos una modelo o un modelo con un aspecto o imagen no saludable, aunque esté perfectamente sana, le aconsejamos hacer un poco más de ejercicio, tener un poco más de músculo o que no tenga tanta ojera. Si el cliente, en cambio, pide una talla determinada, se le pide adelgazar un poco”. Según Merino, “el 99,9%” de las y los modelos de su agencia tienen un aspecto saludable: “Porque es gente joven que está bien”.
Mireia Verdú, CEO de la agencia Francina Models, dice sin embargo, que desde hace medio año ha habido un cambio importante y en el departamento de modelos curvy que creó su agencia, han empezado a trabajar mucho menos. “Hace diez años empezamos a representar a modelos con el hashtag WeLoveAllSizes [Amamos todas las tallas]: nuestra estrategia era basarnos en la belleza del talento que estábamos representando tuviera la talla que tuviese. Lo hice basándome en agencias que ya lo estaban haciendo en Estados Unidos y en Inglaterra. Nos costó casi una década que esas modelos tuvieran trabajo recurrente como las de la talla 36. Lo conseguimos, pero desde hace medio año ha habido un parón de trabajo importante. Me han dicho lo mismo en Nueva York, en una agencia que tiene a los modelos curvy que son top mundiales. También han visto el frenazo”. Y añade a modo de ejemplo: “Los desfiles de Milán y París son los que marcan la tendencia en la moda. En el de Valentino de hace tres temporadas había un montón de modelos curvy mezcladas con las otras y en los últimos no había nadie prácticamente”.
Para Verdú, que recuerda que para los desfiles se pide desde hace muchos años un certificado de buena salud, es complicado que pueda haber una norma específica que regule eso. “Una modelo puede estar súper saludable a nivel de certificado, por analítica y por todo, pero no gustarte visualmente porque está muy delgada. Y puede haber otra, con más peso, pero quizás no tan saludable… porque al final también ya entra el colesterol. ¿Es saludable o no lo es? ¿Cómo y quién pone el equilibrio y el término medio?“.
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Source: elpais.com