La Liga se empequeñece ante el poderío económico de la Premier

El resto de equipos de la competición española, sujetos como están todos los clubes a unas estrictas reglas de control financiero (consideradas necesarias para evitar desfases pasados), miden mucho su gasto y controlan los desmanes. Contra el sistema se rebelan algunos rebeldes como el Villarreal y el Betis, dos entidades que, en medio, de la pobreza, han realizado inversiones interesantes. El equipo amarillo, ahora en Champions, ha gastado 101 millones, por los 65 del Betis, incluidos los 25 (22, más tres en variables) que ha abonado el club andaluz por Antony, internacional brasileño procedente del United por el que ha estado peleando todo el verano. El delantero y el Betis han vivido un auténtico culebrón, saldado con un final feliz en el último día del mercado de verano, donde también confirmó la llegada de Sofyan Amrabat, medio marroquí del Fenerbahçe que llega cedido por una temporada.

En cuanto al Villarreal, los analistas señalan al conjunto amarillo como uno de los que mejor se ha movido en este mercado. Tras vender a Yeremy Pino al Crystal Palace, los dirigentes han complacido a su entrenador, Marcelino García Toral, con la adquisición de Georges Mikautadze, delantero georgiano del Lyon. Los 30 millones que pagará el conjunto groguet supondrán el fichaje más caro de toda su historia, superando los 25,5 pagados por Paco Alcácer. Con anterioridad se hizo con Renato Veiga, central del Chelsea, por 25.

La desproporción entre lo invertido en la Premier con respecto al resto de las cuatro grandes Ligas europeas es evidente. La Liga inglesa ha gastado un total de 3.250 millones euros por los 696 de la Liga, que no solo pierde en comparación con Inglaterra, sino que, además, se ha visto superada por Italia y Alemania en cuanto a inversión. En la Serie A se han desembolsado 1.125 millones, por los 775 gastados en la Bundesliga.

Desde la patronal se incide en defender la rigurosidad del modelo español. Hay avances indudables, como la contención de la deuda de los clubes españoles después de años de gastos desmedidos. “La operación de Antony es muy arriesgada para nosotros desde el punto de vista económico porque el control de LaLiga es fuerte, pero debíamos hacerla”, aseguran a este medio fuentes verdiblancas tras su último fichaje. La Liga fiscaliza cada operación con lupa. Al mismo tiempo, desde la patronal se avisa de los peligros del modelo inglés: endeudamiento continuo y los dueños de los equipos gastando sin control. En Inglaterra existe una cultura de ver el fútbol de pago mucho más arraigada que en España. La fuerza del inglés como primera lengua mundial impulsa la difusión de la Premier, por ejemplo, en el mercado asiático.

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