Cuando todo se tuerce, Mbappé. El francés ha cuajado ya como el faro y la solución del Real Madrid. En el estreno en la Champions atinó con dos penaltis en dos instantes muy comprometidos: cuando se adelantó el Olympique de Marsella pese al dominio apabullante del equipo de Xabi Alonso, y cuando Carvajal se autoexpulsó con un cabezazo a Rulli. Mbappé no se desvía. Marcó su gol número 50 de blanco, y el Real se llevó la victoria en otro ejercicio de resistencia solo tres días después de sobrevivir con uno menos en San Sebastián.
El Madrid abrió la noche con una descarga eléctrica de un voltaje colosal, un calambrazo sostenido de 20 minutos durante los que sometió a Rulli a un tiroteo. El portero argentino avistó ocho disparos en ese primer parpadeo, seis desde dentro del área, cinco paradas, uno al palo. la vistosa salida de balón de De Zerbi, y el Olympique sintió que se habían apagado las luces. El Real recuperaba una y otra vez muy cerca del área: una chilena fuera de Mbappé, un intento de Mastantuono al palo, una muy blanda de Rodrygo que llegó derretida a las manos de Rulli: un chaparrón desde el comienzo.
Siguieron apretando hacia delante y buscando a Mbappé, que repartía oportunidades entre los centrales, o recibiendo más abajo, o cerca de Rodrygo en la izquierda. Por allí llegó la respuesta. El brasileño recortó en el área, Kondogbia alargó la pierna y lo derribó. Después de probar de mil maneras, Mbappé empató de penalti.
El Madrid quería seguir apretando arriba, pero el depósito se le iba consumiendo. El Marsella aprovechaba el bajón para percutir contra la portería de Courtois, buscando espacios a la espalda con las carreras de Greenwood y Weah por los costados. Llegaban y asustaban. El Madrid acosaba a Rulli, pero Courtois también tenía trabajo que despachar.
Entonces se entrevió algo del viejo Vinicius. Agitó por la izquierda y después de perder un par de balones sacó un tiro al cuerpo de Rulli y luego un centro que pegó en la mano de Medina y resultó el penalti con el que Mbappé rescató al Madrid del alambre donde lo mantenía el Olympique. El francés ya está siempre. Vinicius no termina de volver.
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Source: elpais.com