El reconocimiento mundial de Palestina subraya el aislamiento de EE UU e Israel en la ONU

Un nuevo grupo de países, entre ellos socios de Washington, reconocerá oficialmente el Estado palestino en la 80ª sesión de la Asamblea General, que se celebra esta semana en Nueva York

El genocidio que según una comisión de investigación independiente designada por la ONU Israel está cometiendo en Gaza, junto con el reconocimiento de Palestina como Estado por importantes socios y aliados de Estados Unidos como Francia, el Reino Unido, Australia o Canadá (estos últimos lo hicieron este domingo), monopolizará la apertura del 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se celebra esta semana en la sede del organismo en Nueva York. El enésimo veto de EE UU a una resolución del Consejo de Seguridad que pedía un alto el fuego inmediato en Gaza, el pasado jueves, ha puesto aún más de relieve el aislamiento de Washington y de su protegido Israel en la escena internacional tras casi dos años de guerra, una exclusión más patente, si cabe, por el generalizado apoyo a Palestina de la comunidad internacional.

A partir de este lunes, más países reconocerán oficial y también simbólicamente a Palestina (al final se prevé que sean una decena), el paso que la comunidad global considera indispensable para acabar con décadas de conflicto mediante la llamada solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino, en teórico pie de igualdad y seguridad. El pistoletazo de salida será la llamada Conferencia de Alto Nivel para la Solución Pacífica de la Cuestión de Palestina y la Aplicación de la Solución de Dos Estados, una iniciativa de la ONU copatrocinada por Francia y Arabia Saudí que se lanzó en julio y en la que, por primera vez, el bloque árabe pidió a Hamás que deje las armas y abandone el poder en Gaza.

La salida de Hamás es un requisito fundamental para el día después y uno de los puntos sobre los que, según el diario británico The Guardian, están negociando varias cancillerías, con la de Londres a la cabeza, para evitar que la semana grande de la diplomacia global descarrile a consecuencia del reconocimiento palestino. La hoja de ruta o plan de reconstrucción respaldado por la ONU —en las antípodas de la vasta operación inmobiliaria que algunos ministros israelíes prevén para la Franja— se basa grosso modo en un gobierno tecnócrata de un año, una fuerza internacional de paz, el abandono del poder de Hamás y el rechazo a la deportación masiva de palestinos. Ninguno de estos puntos es una novedad: .

Palestina será, pues, protagonista indiscutible de la 80º Asamblea General de la ONU, pese a los impedimentos de EE UU a la participación de sus representantes —a finales de agosto les denegó el visado— y a las evidencias cada vez más explícitas sobre la verdadera naturaleza de la ofensiva militar israelí en la Franja (sin olvidar Cisjordania, donde se añade la violencia de los colonos). Por eso los prolegómenos de la semana grande de la ONU han sido tan agitados como convulso se espera sea su desarrollo.

Para sortear la prohibición de entrada a EE UU —que contraviene los acuerdos que vinculan a este país, como anfitrión, con la ONU—, la Asamblea General adoptó este viernes por abrumadora mayoría una resolución para permitir la participación telemática de Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina: podrá hacerlo por videoconferencia tanto en la importante reunión del lunes como en los debates de la Asamblea. Solo cinco países, con EE UU e Israel a la cabeza, rechazaron esta modalidad, en una nueva muestra de aislamiento internacional, lo que les convierte, si no fuera por la fuerza que atesoran, en una suerte de Estados paria. Sin embargo, el hecho de que Israel lleve décadas desoyendo resoluciones vinculantes del Consejo sobre Palestina hace del veto de EE UU algo casi irrelevante en la práctica, no en el fondo: como en el caso de la invasión de Ucrania por el veto ruso, la parálisis del órgano ejecutivo de la ONU no contribuye a mitigar el conflicto

Pero las cortapisas de EE UU no han podido evitar que el que desde 2012 es Estado observador permanente y que hace un año vio ampliadas sus prerrogativas en el organismo, se convierta en protagonista de la semana, opacando otros actos previstos, como, entre otros, los relacionados con la conmemoración del 80º aniversario de la organización, los debates sobre los objetivos de desarrollo o una economía sostenible, por no hablar de la presentación del importante , que copatrocina España y que oficiará el jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.