Condenado a cinco años de prisión el expresidente Sarkozy por asociación ilícita en un caso de financiación con dinero libio

El tribunal ha considerado probado que, entre 2005 y 2007, Sarkozy, en aquella época ministro del Interior francés, “dejó a sus colaboradores más cercanos maniobrar para obtener apoyo financiero por parte del régimen [libio]”, según ha destacado en su lectura la presidenta del tribunal, Nathalie Gavarino. Se acusaba a Sarkozy de haber orquestado un pacto para que Gadafi le financiase la campaña hacia el Palacio del Elíseo. A cambio, y una vez ya en el poder, habría aprovechado su función para promover los intereses del régimen libio.

Según la condena, aunque se ha constatado que “hubo fondos libios que llegaron a Francia en 2006”, en periodo electoral, “nada permite demostrar que fueran destinados a la campaña” del entonces candidato. El circuito orquestado por la trama “se intentó hacer todo lo opaco posible, haciendo que el dinero no se pudiera rastrear”, ha señalado Gavarino.

Es previsible que Sarkozy, no obstante, pase poco tiempo en prisión, según ha apuntado Charles Consigny, uno de sus abogados, a la salida del tribunal. “Una vez recurres la sentencia tienes derecho a pedir la libertad condicional, así que sin duda no estará mucho tiempo, pero el mal está hecho”, ha lamentado el letrado.

Consigny ha denunciado la supuesta “presión de la opinión pública, mediática y de la clase política” sobre los jueces, y ha criticado que “aunque una parte de los cargos han sido desestimados”, su cliente tenga que cumplir prisión. “Cuando eres condenado y recurres tienes que poder disfrutar de los beneficios de hacerlo, como es no entrar directamente en prisión. El fallo de hoy le quita este derecho a mi cliente”, ha criticado.

Sarkozy ha entrado en la sala de audiencia a las 10.00 en punto, hora fijada para la lectura de la sentencia. Lo ha hecho sonriente y saludando, acompañado de su esposa. Y estaba también presente su hijo Louis Sarkozy.

“La lectura [400 páginas] va a ser larga, pues hablamos de 68 infracciones, 12 acusados”, advirtió Gavarino. Ha durado más de tres horas y media. Primero se les ha comunicado a los acusados si son culpables y a continuación las penas en su contra.

Se trata del quinto proceso que Sarkozy afronta en el último lustro. En diciembre ya fue sentenciado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias en el llamado Caso de las escuchas. Fue un fallo histórico, pues era la primera condena por arresto domiciliario a un expresidente. Ahora entrará en la cárcel.

Durante el último juicio, que tuvo lugar entre el 6 de enero y el 8 de abril, Sarkozy acudió con el brazalete en el tobillo. En mayo, tras cumplir los 70 años, pidió la libertad condicional y se le retiró. Además, en 2021 se le condenó en el Caso Bygmalion por irregularidades en las cuentas de la campaña presidencial de 2012, pero Sarkozy recurrió la sentencia.

La causa sobre supuesta financiación ilegal con dinero libio ha llevado más de 10 años de investigación. Uno de los implicados, el hombre de negocios francolibanés Ziad Takieddine, falleció hace dos días. Tendría que haber estado este jueves en el banquillo de los acusados, pero huyó a Líbano tras ser condenado a cinco años de cárcel por otro caso de corrupción.

La condena a Sarkozy, una de las figuras políticas más relevantes en Francia, apreciado sobre todo por los partidos de centroderecha, ha suscitado reacciones en todo el arco político.

“Ninguna decisión de la justicia borrará al hombre que sigue en el corazón de los franceses”, ha dicho el alcalde de Niza, Christian Estrosi, antiguo miembro del partido.

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