La seducción Vinicius-Xabi, a prueba en la caldera hostil del Metropolitano

El brasileño, que produce en ataque como nunca, empieza a levantar el vuelo tras un comienzo complicado con el técnico que condiciona su renovación pendiente

Vinicius regresa a esa caldera que tanto se agita contra él en el momento en que empieza a levantar el vuelo tras un comienzo con el nuevo técnico que incomodó al futbolista, molestó a su entorno y provocó desconcierto en algunos despachos del Madrid. Al fondo flota la renovación pendiente de su contrato, que vence en 2027. El club, que no tiene prisa, ha tratado de cerrar una ampliación, pero sus propuestas le han resultado insuficientes a los agentes del jugador. Desde su lado, las posturas se ven más alejadas que desde Valdebebas, según fuentes conocedoras de las conversaciones.

Cuando el entrenador relató la escena, ya se había instalado en algunos despachos cierta sensación de descontento con cómo estaba manejando a un futbolista al que conceden una consideración especial. Al día siguiente, el brasileño fue titular contra el Espanyol, pero Xabi lo sustituyó en el minuto 77. “En el momento en que mejor estaba, igual podía haber esperado un poquito para cambiarle”, dijo luego el técnico. “Franco [Mastantuono] también quería seguir jugando”.

Algo cambió el martes siguiente en Valencia contra el Levante, donde abrió el marcador con una genialidad memorable, dio una asistencia y acabó su primer partido; con el brazalete de capitán. “El otro día jugó un gran partido”, dijo este viernes Xabi. “Me gustaron mucho muchas cosas que hizo. Me gusta mucho verle sonreír”.

Pese a lo trabajoso de sus comienzos con el nuevo técnico, Vinicius está produciendo como nunca. En los seis partidos de Liga, lleva 1,2 contribuciones al gol cada 90 minutos (la suma de goles sin penaltis y asistencias), es decir, participa en un tanto cada 72 minutos. Mbappé acumula una contribución cada 90 minutos.

Su rendimiento apunta al final del declive en que entró hace casi un año, cuando vio que se había quedado sin el Balón de Oro. Aquel día en que el Madrid escenificó un sonoro plantón a la gala abrió una grieta en el juego del brasileño. Se aprecia con claridad si se observan los datos de Hudlstatsbomb de los 41 partidos de Liga y Champions anteriores a aquel 28 de octubre y los de los 41 que ha jugado desde entonces hasta este martes.

Es como si fueran dos futbolistas distintos. Desde la gala del Balón de Oro, intenta menos regates (12%), tira menos (18%), escoge tiros peores (con un 30% menos de valor en goles esperados), llega menos al último tercio (21%) y marca menos goles (45%).

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