Trump acusa a Petro de ser un líder del narcotráfico

El presidente estadounidense amenaza con retirar los pagos y subsidios a Colombia. El líder colombiano asegura que uno de los ataques de Estados Unidos en el Caribe ocurrió en aguas de Colombia

La tensión en la relación de los dos líderes ha ido creciendo desde la semana pasada, cuando que estaba a poca profundidad en las aguas del mar Caribe que presuntamente transportaba un cargamento de droga. El republicano aseguró que se trataba de una narcolancha procedente de Venezuela. Pero Petro sospecha que al menos uno de los ataques de Estados Unidos se produjo en aguas colombianas y que esa embarcación estaba tripulada por ciudadanos de ese país.

De hecho, uno de los supervivientes del ataque del ejército estadounidense al submarino es colombiano y el otro ecuatoriano. Ambos han sido repatriados a sus países, según anunció este sábado Trump. Petro confirmó poco después que ya había recibido al colombiano. “Nos alegra que esté vivo y será procesado de acuerdo a las leyes”, escribió en sus redes sociales.

El intercambio dialéctico entre ambos líderes ha enturbiado la relación entre dos países con una estrecha relación comercial. Washington es el principal socio comercial y militar de Bogotá. “[El narcotráfico] se ha convertido, con diferencia, en el mayor negocio de Colombia, y Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de Estados Unidos, que no son más que una estafa a largo plazo”, ha escrito Trump este domingo. “A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago o subsidio, dejarán de hacerse a Colombia”, ha amenazado el republicano.

La Casa Blanca ha calificado estas operaciones como “actos de guerra”, pese a que contradicen tanto los principios del derecho internacional, como los del ordenamiento jurídico estadounidense.

El responsable de los asuntos militares ha comparado las organizaciones de narcotraficantes con los terroristas islámicos. “Estos cárteles son la Al Qaeda del hemisferio occidental, que usa la violencia, el asesinato y el terrorismo para imponer su voluntad, amenazar nuestra seguridad nacional y envenenar a nuestro pueblo. El ejército estadounidense tratará a estas organizaciones como los terroristas que son: serán perseguidos y aniquilados, igual que Al Qaeda”, ha añadido Hegseth.

Gustavo Petro ha sido desde el primer momento muy crítico del despliegue militar estadounidense en el Caribe, a pesar de los riesgos de deteriorar aún más sus relaciones con Washington, que atraviesan un momento complicado. “Petro, un líder poco reconocido y muy impopular, un bocazas sobre Estados Unidos, debería cerrar estos campos de exterminio [de producción de droga] de inmediato, o Estados Unidos se los cerrará, y no lo hará de una forma amable”, ha escrito Trump en su red social este domingo.

El pasado miércoles, el presidente estadounidense reconoció que había autorizado “acciones encubiertas de la CIA” en territorio venezolano, una decisión que recuerda a los años del intervencionismo de Washington en Latinoamérica, durante el último tercio del siglo pasado. Dos días más tarde, el viernes, aseguró: “Hemos atacado un submarino. Estaba diseñado especialmente para el transporte masivo de drogas. Es solo para que lo entiendan. No era un grupo de personas inocentes. No sé cuánta gente tiene submarinos”.

En las antípodas ideológicas y ambos muy activos en las redes sociales, Petro y Trump ya han chocado de frente en más de una ocasión. El episodio más grave hasta ahora se había producido a principios de año, cuando se enfrentaron por los vuelos de repatriación que el colombiano rechazó en un primer momento por lo que consideraba un trato indigno con los deportados que viajaban esposados. En ese entonces, la amenaza arancelaria del republicano asomó a la economía colombiana al precipicio, pero la crisis se resolvió en menos de 24 horas.

El Gobierno de Colombia viene de sufrir la temida descertificación de Washington en la lucha antinarcóticos, aunque hasta ahora había esquivado las peores sanciones. La visa de Petro, además, fue revocada el mes pasado después de lo que el Departamento de Estado calificó como “acciones imprudentes e incendiarias” durante una protesta a favor de Palestina en Nueva York. Después de haberse dirigido a la Asamblea General de las Naciones Unidas, con un discurso en el que cargó contra Trump y propuso “una fuerza armada para defender la vida del pueblo palestino”, Petro participó en una manifestación para repudiar las acciones del Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu. En las calles de Nueva York, megáfono en mano, exhortó a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes de Trump para obedecer “la orden de la humanidad”.

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