Relevent, la promotora con la que Javier Tebas firmó un acuerdo que garantiza unos 2.000 millones de euros en 15 años para la competición, canceló el partido este martes ante “la incertidumbre generada”
El pasado 8 de octubre, en su ponencia en el World Football Summit de Miami, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, anunció que el 20 de diciembre se jugaría en la ciudad del estado de Florida el Villarreal – Barcelona de la jornada 17. “Salvo un pequeño tema formal, ya está prácticamente terminado, podemos decir que el sábado 20 de diciembre se jugará en Miami un partido oficial de la Liga con puntos en juego. En vez de jugarse en el estadio de La Cerámica, se jugará en el Hard Rock Stadium de Miami”, proclamó. Poco después, las redes sociales de la patronal secundaban el mensaje de su presidente. En la noche del martes 21, apenas solo dos semanas más tarde del anuncio oficial del que iba a ser el primer partido de la historia de la Liga fuera de España, Relevent, promotora del partido con la que LaLiga tiene firmada una joint-venture que estima que le reporte un mínimo de 2.000 millones de euros en 15 años, cancelaba el evento ante “la incertidumbre generada”.
UNA OPORTUNIDAD PERDIDA PARA EL FUTBOL ESPAÑOL.
Hoy el fútbol español ha perdido una oportunidad para avanzar, proyectarse al mundo y fortalecer su futuro.
Se invoca la defensa de la “tradición” desde una visión cerrada y provinciana, mientras las verdaderas tradiciones del…
El pequeño tema formal al que aludió Tebas para asegurar que esta vez sí habría partido en Miami no era tan diminuto. Faltaba el visto bueno de la Confederación Centroamericana y del Caribe (Concacaf), que exigía que fueran sus árbitros los elegidos, de la federación estadounidense y el consentimiento del sindicato de futbolistas (AFE), que desde hacía meses demandaba información detallada sobre el partido para asegurarse de que se cumplirían las condiciones laborales de sus afiliados. Desde el sindicato aseguran que estaban dispuestos a una huelga como última y gran medida de presión. De fondo, también emergía la posibilidad real de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) se opusiera ante la doble denuncia presentada por el Real Madrid y en la que el club que preside Florentino Pérez afirmaba que se adulteraba la competición.
Además, el Real Madrid no descartaba una protesta particular antes del Clásico de este domingo que hubiera dado la vuelta al mundo. Su último ataque frontal lo iniciaron Courtois y Carvajal con declaraciones en las que cuestionaron la figura de Tebas como presidente de la Liga y recalcaron la idea de la adulteración de la competición. Cuando Tebas aseguró que el Villarreal – Barcelona se disputaría en Miami, ya tenía el visto bueno de la Real Federación Española de Fútbol y de la UEFA, como exige una reglamentación que la FIFA está remodelando. La UEFA lo hizo con la pinza en la nariz. “Es una decisión excepcional y no debe considerarse un precedente”, dijo su presidente, Aleksander Čeferin. Desde entonces, el caldo de cultivo contrario a la celebración de un partido liguero en Miami aumentó de manera exponencial.
Las asociaciones nacionales en España, como la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), e internacionales de aficionados, que fueron decisivas para detener el primer proyecto elitista y cerrado de la Superliga, también se movilizaron ahora. Igualmente, la Comisión Europea también se pronunció en contra.
“Se invoca la defensa de la tradición desde una visión cerrada y provinciana, mientras las verdaderas tradiciones del fútbol europeo se ven amenazadas por decisiones de las instituciones que lo gobiernan, que año tras año destruyen las ligas nacionales, auténtico motor de la industria del fútbol en Europa, ante la ingenuidad y pasividad de gobernantes europeos que no saben distinguir lo intrascendente de lo esencial”, ha escrito este miércoles Tebas en sus redes sociales. El presidente de la patronal también ha dedicado una andanada al Real Madrid y a su presidente, Florentino Pérez: “Se apela a la integridad de la competición desde quienes llevan años cuestionando esa misma integridad, presionando a árbitros, a gobernantes, construyendo relatos distorsionados o utilizando la presión política y mediática como herramienta deportiva”.
Por otro lado, el papel ejercido por el sindicato que preside David Aganzo, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha sido fundamental para la paralización del proyecto. Si la imagen de Tebas y de LaLiga ha quedado muy tocadas por la improvisación mostrada, la de Aganzo, sobre el que pesaba la etiqueta de no tener fuerza para movilizar y concienciar a los capitanes de los equipos de fútbol españoles, ha salido reforzada del conflicto. El efecto de los parones de 15 segundos en los inicios de cada encuentro de la pasada jornada ha sido definitivo. Desde AFE también sostienen que la censura de las imágenes del parón en el primer partido de la jornada, disputado el pasado viernes 17 entre el Oviedo y el Espanyol, fue una espoleta que terminó por convertirse en un amplificador mundial. La Federación también fue cómplice de esa primera censura, puesto que el colegiado del encuentro, Busquets Ferrer, no recogió en el acta el parón.
📄 COMUNICADO | AFE reivindica la unidad y firmeza mostrada por los futbolistas en defensa de sus derechos laborales
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Source: elpais.com
