El gentío rugía ante la alusión testicular. Y coreaba “rojo muerto, abono pa’ mi huerto”, uno de los cánticos que acompañan a Quiles desde que el 16 de octubre inició en la Autónoma de Barcelona su ruta por un puñado de universidades, con paradas hasta ahora en Granada, Sevilla, Málaga, Valencia y Alicante, todas públicas.
A Quiles (Elche, 25 años) le gusta presentarse como una especie de Charlie Kirk español, como un soldado del mismo ejército que el fundador de Turning Point, pilar juvenil del trumpismo, idea que subrayó al anunciar su gira universitaria: “Tras el asesinato de Charlie Kirk […], cobra más sentido que nunca abanderar la libertad donde más amenazada está”.
Así se presentaba en bandeja la comparación Kirk-Quiles, lista para repetirse en las redes sociales y en los medios atentos a las nuevas andanzas de uno de los activistas que llevó al Congreso a introducir una reforma para garantizar la normalidad del trabajo periodístico. Quiles, el más famoso de todos ellos, el que —con olfato para lo que vende— ha convertido al diputado de ERC Gabriel Rufián en la presa preferida de sus persecuciones micro en mano.
Emocionado por el recibimiento en mi tierra. Es histórico lo que está ocurriendo en todas las universidades de España.
Por primera vez somos muchos más y vamos a ganar. Gracias, Alicante. pic.twitter.com/qOB1Ga8DYb
No ha habido nada remotamente académico o cultural en su tour. Es más, en puridad no cabe hablar de una gira por las universidades, sino junto a las mismas, porque su show tiene lugar a las puertas, desde donde arenga a los adeptos que consigue convocar y denigra a quienes se manifiestan contra él, generando la atmósfera de un graderío futbolístico, en las antípodas de un aula o un claustro.
Coincide Andrea Donofrio, profesor de Historia del Pensamiento Político de la Complutense. “Quiles ni siquiera aparenta una confrontación de ideas para ridiculizar al rival, como hacía Charlie Kirk. Se limita a gritar ‘rojo’ y poco más”, añade. Pero claro, añade, todo su show se basa “en el victimismo”, siempre a costa del rectorado de turno. “Las universidades públicas me prohíben hablar”, ha denunciado Quiles en un vídeo. Es el corazón de su mensaje.
Según un recuento de este diario, Quiles solo ha intentado él mismo conseguir el permiso para un acto una vez, en la Universidad de Navarra, del Opus Dei, la única privada de las siete cubiertas hasta ahora por su tour. Logró hablar con la jefa de gabinete de la rectora, que tenía ya preparada la respuesta negativa. “Somos un espacio de pluralismo, diálogo, controversia y discusión de ideas, en el que no tiene cabida el activismo político o intereses personales”, explicó en una nota la institución, que incluso suspendió las clases el jueves por la tarde. Quiles no llegó a aparecer, con lo que hasta ahora todos sus actos han sido en universidades públicas. Pero eso no evitó los problemas en Pamplona. La Policía Nacional terminó cargando contra un grupo de un centenar de manifestantes abertzales y antifascistas que estaban esperándolo.
Amparo Navarro, rectora de la Universidad de Alicante, se enteró por las redes de la visita de Quiles, para la que no se había pedido permiso. “La mayoría de quienes participaron no eran de la universidad, sino jóvenes preuniversitarios que venían a ver a un influencer”. Tampoco los que le plantaron cara eran del campus, asegura. “Estamos muy preocupados por la desinformación, las noticias falsas, los bulos en las redes. En nuestros espacios, los estudiantes o nosotros organizamos actividades académicas, culturales, deportivas… que tengan un sentido formativo“, recuerda. “La juventud está muy polarizada y les enseñamos a respetar a quien no piensa igual, valores de tolerancia, inclusión o argumentación”.
Quiles no respondió a las preguntas de EL PAÍS.
¿Y políticamente? ¿Qué significado tiene Quiles? Tras haber ido en la lista de Alvise Pérez en las europeas, ahora se mueve en torno a Vox y al PP —sobre todo de Madrid— ante el silencio expectante de las direcciones de los partidos. Grupos con solera en el universo ultra como Hazte Oír, o en el antiindependentismo en Cataluña como S’ha Acabat, o en el conservadurismo duro como , así como canales afines con audiencia masiva están respaldando su gira. Quiles ha cosechado tal protagonismo que se ha grabado un vídeo para desmentir, con una sonrisita, su salto a la política. “Lo que nos dice Quiles sobre la ultraderecha es que, con muy poco, puedes hacerte un hueco. Ahora Vox parece consolidado como la fuerza que atrae ese voto, pero Quiles está logrando una atención que mañana será un capital político con el que podrá negociar, ya veremos con quién y para obtener qué”, analiza la politóloga Ana Salazar.
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Source: elpais.com
