Dani Miret: “Ricky Rubio hace que todos sus compañeros sean más felices”

Una estrella formada en la cantera, en un club de formación y con un entrenador de casa. El Joventut ha cerrado el círculo. Dani Miret (Badalona, 40 años) es el técnico de la Penya, una entidad que conserva el ADN desde la base a la cima y que hoy luce a Ricky Rubio. Miret, el segundo preparador más joven de la ACB tras Gerard Encuentra (del Lleida, 35 años), ha subido todos los escalones en el banquillo verdinegro, del cadete a la élite. También ganó el oro europeo sub-16 y sub-18 con la selección española.

Pregunta. ¿Es entrenador de nacimiento?

Respuesta. Yo llegué tarde a ser jugador y pronto a ser entrenador. Empecé como ayudante de escuela en el Maristas Ademar, en Badalona. Disfruté mucho de ayudar a los niños y ya no he dejado de entrenar. Cuando entré en el Joventut tenía una apuesta doble, ser entrenador y mis estudios de educación física y docencia. Estuve ocho años entre llevar el cadete y el júnior y ser profesor y tutor en un colegio, que era mi salario. Y en verano, con la Federación. De no ser entrenador, hoy sería profesor. Es muy vocacional y me gusta ver cómo crecen los grupos.

P. ¿Y como jugador?

P. ¿Sus referentes?

P. ¿Cómo quiere que juegue el Joventut?

P. ¿Y la gestión del vestuario?

R. La disciplina de hacer las cosas colectivas y sin egoísmos va con mis valores. Correr se puede correr, pero no que el primero que llega la tira. Hay que aceptar que a veces se trabaja para los demás. Así me ha ido bien en formación. En la élite es diferente. Estos valores no se trata de enseñarlos, sino que los tienes que fichar. Yo no podría entrenar a personas que piensen en trabajar poco. Mi camino ha sido el esfuerzo y es lo que quiero que represente mi equipo. Es una minisociedad. Si el esfuerzo está premiado, puedes controlar más al grupo.

P. Marcelinho dice que el juego hoy es demasiado físico. ¿Está de acuerdo?

R. Le entiendo. Pero hay que premiar a los jugadores que hacen bien las cosas. Ser físico no es agarrar, empujar, eso es falta. Ser físico es poner el cuerpo antes, o hacer un doble esfuerzo. Yo tengo a uno de los mejores defensores de conocimiento, Ricky, que sabe meter una mano. Otros no saben. Y no puede valer todo. Que un jugador de talento no pueda coger el balón porque le están agarrando no es ser físico. Eso va contra el espectáculo al que nos debemos.

P. ¿Cómo es su relación con los jugadores siendo tan joven?

R. Los jugadores no me juzgan por la edad, sino por mi rendimiento. No me valorarán más cuanto tenga 50 años. El jugador lo que más respeta es qué haces en este mundo de tanto oleaje. Antes tenía a Pau Ribas, al que conozco desde la infancia. Íbamos a inglés juntos. A Tomic no le he de ayudar en la técnica, pero si le ayudo en otras cosas tendré su confianza. El año pasado empezamos mal pero me mantuve firme, en control emocional, y me gané el respeto. Mi relación es muy natural. Me vaya bien o mal, soy yo mismo. Al jugador le hablo desde la honestidad.

P. ¿Cómo es entrenar a Ricky?

R. Muy divertido. Es un chico sensacional. Tiene unos valores personales que son el principio de todo. Tengo mucha admiración por él, pero intento tratarlo como a uno más, porque él quiere ser uno más. Siendo un base que domina todo el juego, yo le doy lo que necesita y lo que es mejor para el equipo. Como es listo y sabe ir al tiro libre cuando hay contacto, estamos gestionando que juegue los finales de cuarto, porque puede ganarse esos tiros y el ritmo es más lento que en los principios de cuarto. Para una adaptación que hablamos de unos 60 días, ese ritmo menor le favorece. Es parte de la estrategia que pactamos con él. Con otro jugador no sé si sería posible, pero es un ejemplo de lo que es Ricky.

P. ¿Cómo le ven los demás?

R. Como un ejemplo. Ricky hace que todos sus compañeros sean más felices. Está disfrutando y cuando ve que un joven necesita algo, le ayuda. No solo es un talento generacional, sino que es muy bueno en todo, en el día a día, la relación con los demás…

P. ¿Usted aprende de Ricky?

P. ¿Le ve como entrenador?

P. ¿Puede el Joventut sobrevivir con su filosofía de cantera?

P. ¿Y el relevo generacional en la selección española?

R. Veo el presente, pero nos equivocamos si lo comparamos con el pasado. Eso no ayuda. No volveremos a tener a Pau Gasol y compañía, hay que aceptarlo. Si a los que vienen les juzgamos por lo que eran los de antes, no vamos a disfrutar. El objetivo no es volver a Pau o todo nos parecerá poco. Brizuela estuvo increíble el pasado verano. Si pensamos que no es Navarro, no seremos felices. De Larrea no tiene que ser Ricky. Baba Miller no es Garbajosa o Felipe Reyes.

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